Adoramos a los animales domésticos, que son, en realidad, obra nuestra
En EEUU hay 163 millones de perros y gatos que consumen el 19% de los alimentos y el 33% de las proteínas animales del país.
Acabamos “mascotizando” a todos los “vencidos”: los pobres, los indígenas, las mujeres, a los que se rinde culto como “animales domésticos”
Tolerancia, piedad y mascotismo
por SANTIAGO ALBA RICO
Primero murió Pan, el dios rijoso de las patas de cabra, y su último grito, según nos cuenta Plutarco, sacudió el Mediterráneo. Después murió Dios, el bueno, el celoso, el omnipotente, empujado al abismo por la ciencia y el socialismo. Después murió el Hombre, desplazado por azares integrados e invisibles relaciones de poder. A principios del siglo XXI, ¿qué queda? O mejor dicho, ¿qué vuelve? Los animales.